La Empatía en la Comunicación es un Pilar Esencial en la Teoría de la Comunicación No Violenta (CNV) creada por Marshall Rosenberg.

Este enfoque comunicativo se basa en la unión entre personas y la comprensión recíproca, fomentando relaciones más equilibradas y colaborativas. En esta publicación, investigaremos los fundamentos de la comunicación empática según Rosenberg y cómo poner en práctica estos conceptos en nuestro día a día.

Iniciación a la Comunicación Empática

En los años 60, Marshall Rosenberg, un psicólogo y facilitador, inventó la Comunicación No Violenta con el objetivo de solucionar disputas y enriquecer las conexiones entre personas. Esta técnica se fundamenta en la idea de que todos poseemos la habilidad de sentir compasión y que la agresión es un comportamiento adquirido que puede ser abandonado. La CNV se concentra en comunicar nuestras necesidades de forma respetuosa y compasiva, al mismo tiempo que escuchamos con empatía las necesidades de los demás.


Contemplación sin crítica:

¿Puedes definir la acción de presenciar los acontecimientos en una circunstancia sin juzgar ni analizar? Consiste en relatar los eventos de forma imparcial.
En vez de expresar "Tu falta de responsabilidad se evidencia al llegar tarde", podríamos mencionar "Observé que llegaste 20 minutos más tarde de lo acordado".
Relevancia: Este procedimiento contribuye a prevenir confusiones y disputas, al eliminar las posibles interpretaciones subjetivas que podrían provocar respuestas defensivas.


Definir y comunicar nuestras emociones al presenciar algo es esencial. 

Es importante distinguir entre emociones genuinas y pensamientos que simulan ser emociones.
"Experimento una sensación de desaliento al ver que has llegado tarde."
Es fundamental identificar y expresar nuestras emociones para que los demás puedan comprender más profundamente nuestra vivencia emocional, promoviendo así la empatía.


Descubrir las necesidades o principios que se esconden detrás de nuestras emociones esenciales.

Cada emoción está conectada con necesidades que han sido o no han sido satisfechas.
Estoy experimentando frustración debido a que requiero que nuestra reunión se realice puntualmente.
Cuando comunicamos nuestras necesidades, ayudamos a los demás a comprender lo que valoramos y a encontrar maneras de trabajar juntos para satisfacer esas necesidades. La expresión de nuestras necesidades es fundamental para fomentar la colaboración y el entendimiento mutuo.
Solicitudes:

¿En qué consiste? Expresar de manera precisa y detallada lo que deseamos que la otra persona haga para contribuir a la mejora de la situación.
"¿Serías tan amable de notificarme si crees que llegarás tarde?" en vez de "Me gustaría que fueras más responsable".
Es fundamental formular solicitudes precisas y específicas para evitar confusiones y favorecer la posibilidad de obtener una respuesta afirmativa.

Empatía: El Centro Emocional de la Comunicación No Violenta.

En el corazón de la Comunicación No Violenta reside la empatía. Según Rosenberg, la empatía se traduce en la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de alguien más sin emitir juicios. Esto conlleva a escuchar de manera atenta, sin interrupciones ni ofrecer consejos no requeridos. La empatía en la CNV se manifiesta en dos formas: hacia los demás y hacia uno mismo. Mostrar comprensión y sensibilidad hacia los demás.

Para mostrar comprensión hacia la otra persona, es necesario:

Practicar una escucha comprometida implica estar plenamente concentrado en las palabras y gestos de la otra persona.
Expresar emociones y requerimientos: Reformular lo comunicado por la otra persona para confirmar nuestra comprensión precisa.
Demostrar empatía implica reconocer y aceptar los sentimientos y requerimientos de la otra persona, incluso si no compartimos su punto de vista. Por ejemplo, podemos decir: "Parece que experimentas frustración al necesitar mayor respaldo en este proyecto".
Practicar la autoconexión emocional: Cuando nos concedemos autoempatía, estamos utilizando los mismos fundamentos de la Comunicación No Violenta en nuestro propio ser. Es esencial identificar y acoger nuestros propios sentimientos y necesidades sin crítica. La práctica de la autoempatía contribuye a mantener nuestra estabilidad emocional y a expresarnos de forma genuina y eficiente.

Usos útiles de la Comunicación Empática en la vida cotidiana

La empatía en la comunicación puede ser utilizada en diversos escenarios, abarcando:
Mejorar la comprensión y fortalecer los lazos con amigos, pareja y familiares es fundamental en las relaciones personales.
Ambiente de trabajo: Solucionar disputas, fomentar la cooperación y elevar el nivel de felicidad laboral.
Fomentar un entorno educativo en el que profesores y alumnos se sientan más conectados y apoyados para potenciar el aprendizaje.
Intermediación y solución de desacuerdos: Promover la resolución de conflictos a través de la empatía y el respeto recíproco.

La comunicación empática, según la propuesta de Marshall Rosenberg en su libro sobre Comunicación No Violenta, se convierte en una valiosa herramienta para edificar relaciones más saludables y eficaces. Al enfocarnos en la observación sin prejuicios, la expresión de emociones y necesidades, y la formulación de peticiones claras, logramos cambiar nuestra manera de relacionarnos con los demás. La empatía, tanto hacia nosotros mismos como hacia los demás, resulta fundamental para forjar un mundo más compasivo y unido. Practicar la comunicación empática no solo perfecciona nuestras relaciones personales y laborales, sino que también contribuye a una sociedad más equilibrada y comprensiva.

By Amor Oliva Ramón.