EL VALOR DE LA ACEPTACIÓN

ACEPTACIÓN

 "SIN ACEPTACIÓN NO HAY CAMBIO"

La vida es sabia. Sabe de dónde viene y a dónde va. Nosotros somos expresiones de la vida.

Cuando nos oponemos a lo que es, pretendemos impedir que la vida fluya a través de nosotros. Nos estamos oponiendo a su ritmo natural.

Aceptar significa dejar de luchar, permitir que el flujo de la vida  marque el rumbo, soltar el lastre de las inseguridades, los miedos, la culpa, el rencor, etc.

Fluir significa aceptar lo que llega y aceptar lo que se va.

Disfrutar de lo nuevo y decir adiós a lo que se marcha con el corazón sereno.

Dejarse guiar por lo que acontece con naturalidad, sin forzar nada, sin forzarnos a nosotros mismos, sin oponernos a lo que es ni a lo que somos.

Fluir es permitir y al mismo tiempo disfrutar, fluir es activar la magia.

Perdemos mucha energía al enfrentarnos a la realidad que no nos gusta. Nos empeñamos en cambiarla desde el enfrentamiento, el rechazo o la crítica, sin darnos cuenta de que no solo no lo conseguimos, sino que cada vez nos sentimos peor.

Para poder cambiar algo, primero debemos aceptar que existe. Aceptar desde una postura de serenidad comprendiendo que no podemos luchar contra lo que ya es sin perdernos en el intento.

Para cambiar lo que ya es, una vez que hemos aceptado su presencia en nuestra vida, se hace necesario dirigir la mirada hacia el interior.

Sabemos que somos creadores de nuestra propia realidad, que podemos modelarla con  nuestros pensamientos y nuestros actos.

¿Qué hay en mí que este creando esta experiencia? No para que nos sintamos culpables, sino responsables de lo que creamos y al hacernos responsables podemos transformarlo en algo diferente.

Estar en contacto con el presente tanto como nos sea posible.

Aceptamos al estar conscientes, en el aquí y el ahora, de las sensaciones, los pensamientos, sentimientos, emociones, recuerdos, imágenes, etc. Esta capacidad de estar conscientes viene unida al compromiso de llevar a cabo acciones acordes con los valores personales y también está vinculada con las estrategias de cambio necesarias para aumentar la flexibilidad.

SENTIMIENTOS SECUNDARIOS

LOS UTILIZAMOS PARA OBTENER BENEFICIOS A CORTO PLAZO.

El trabajo  de un coach es estar atento a los sentimientos secundarios que el cliente utiliza como estrategia para sobrevivir a situaciones limitantes, situaciones que empujan al se humano al fracaso. La persona al estar asociad@ a estos sentimientos y estos sentimientos, están asociados a las historias limitantes que creemos que son verdad llamadas creencias, el cliente al tener tanta energía capturada por esas creencias limitantes, es incapaz por si solo de resolver la situación..

 El arte del coach es trabajar los sentimientos secundarios y poner al cliente en contacto con los sentimientos primarios que generan historias generativas, estos son los autenticos y congruentes disparadores de la motivación que darán paso a la acción y llevará al cliente a conseguir su objetivo desde la fluidez y lo genuino de la persona.



Amor Oliva Ramón

 

Si deseas más información, no dudes preguntarme, enviar un email a: coaching.values.consulting@gmail.com, te contestaré encantada.